La primavera ya está aquí. Es hora de empezar de nuevo. Hemos dejado atrás el frío y el invierno para dar paso a la estación del sol, el trinar de los pájaros y el florecimiento de la naturaleza. ¿Suena idílico? No tanto cuando nos acosan enfermedades o alergias. Pero con los nutrientes adecuados, puedes relajarte y disfrutar de una de las épocas más bonitas del año.
Esta primavera, date la oportunidad de empezar de nuevo con salud. Tomar las vitaminas adecuadas puede ser una parte esencial de un estilo de vida saludable, que incluye una dieta adecuada, ejercicio y hábitos de sueño. Pero, sobre todo, los micronutrientes adecuados ayudan a tu cuerpo a ponerse en pie. Te aportan nutrientes, ayudan a la regeneración, favorecen la desintoxicación y llegan al organismo.
Los suplementos nutricionales más importantes para la primavera:
En primavera, es importante tomar vitaminas que, una vez ingeridas, mantienen la salud, despiertan al organismo de la "hibernación" y permiten participar en actividades al aire libre. Pueden proteger contra los virus que aparecen en los meses más cálidos, ayudar con las alergias y mantener la piel y la vista sanas.
No queremos mantenerle más en vilo. Aquí están los más importantes suplementos para empezar la primavera de la mejor manera posible.
Vitamina A
La vitamina A tiene potentes propiedades antioxidantes que favorecen importantes funciones del sistema inmunitario y de los órganos. También mantiene la piel sana tras el daño solar, ya que favorece la reparación y el crecimiento. Es especialmente importante cuando nuestra piel vuelve a estar expuesta a rayos más intensos tras largos periodos de exposición sin sol.
Vitamina B
Se recomienda tomar un suplemento de complejo B porque las vitaminas B desempeñan una amplia gama de funciones corporales. Son importantes para la prevención, el mantenimiento de los niveles de energía y para hacer frente al estrés, entre otras cosas.
Las vitaminas B1 (tiamina), B2 (riboflavina) y B3 (niacina) mantienen sano el sistema nervioso, liberan energía de los alimentos y proporcionan una piel y una visión sanas. Estas vitaminas son cruciales en primavera porque protegen al organismo de los daños del sol al tiempo que proporcionan la energía necesaria para la actividad física.
Las vitaminas B6 y B12 contribuyen a la producción de glóbulos rojos y garantizan el buen funcionamiento del cerebro y el sistema nervioso. Por cierto, estas vitaminas se pierden fácilmente con el aumento de la sudoración cuando hace calor. Una razón más para asegurarse de que su ingesta es adecuada.
Vitamina C
La vitamina C es una potente fuente de antioxidantes y desempeña un papel importante en el apoyo y la función del sistema inmunitario. Los beneficios inmunológicos de la vitamina C han demostrado en estudios que acortan la duración de los problemas de salud estacionales y que la vitamina C puede favorecer la función respiratoria, la salud de los senos paranasales y la salud de la piel.
La vitamina C ayuda al organismo a hacer frente al calor protegiendo la piel y la salud de las células sanguíneas. La vitamina C es también un antioxidante natural, por lo que tomarla como suplemento dietético puede prevenir el daño celular. También aumenta la producción de colágeno, que protege la piel de los daños causados por el sol. La vitamina C es también un antihistamínico natural, por lo que es especialmente importante para quienes padecen fiebre del heno.
Vitamina D
Sabemos por experiencia que un baño de sol primaveral tiene un efecto positivo en el estado de ánimo. Por el contrario, numerosos estudios han confirmado que existe una clara relación entre el estado de ánimo depresivo y la falta de luz. Además de un buen estado de ánimo, ahora también es el momento de volver a tomar el sol para llenarnos de vitamina D, ya que nuestras reservas de esta vitamina están vacías debido a la larga temporada con poca luz. Basta con tomar el sol moderadamente, exponiendo las manos, la cara y partes de brazos y piernas al sol durante 15 o 20 minutos.
Los requisitos básicos para ello son una radiación UVB suficientemente alta, que sólo predomina durante el mediodía, y no utilizar protección solar. El cuerpo utiliza la radiación UVB del sol para formar su propia vitamina D a partir de un compuesto de colesterol modificado en la piel. Otro argumento importante: un buen aporte de vitamina D favorece nuestro sistema inmunitario en el periodo de transición, todavía frío en ocasiones.
Vitamina E
Los suplementos dietéticos con vitamina E tienen varios beneficios. Ayudan a mejorar la resistencia física al aumentar los niveles de energía, y reducen el daño muscular provocado por el ejercicio. Como la vitamina E es un antioxidante, también puede ayudar a retrasar los procesos que dañan las células, como el daño solar.
Zinc
El zinc es un mineral y micronutriente esencial que proporciona una amplia gama de beneficios para la salud y funciones en todo el organismo, y es excelente para promover la salud del sistema inmunitario. La creciente popularidad del zinc en la lucha contra las dolencias estacionales está respaldada por investigaciones científicas. Éstas demuestran que el zinc puede contribuir a la función respiratoria, el bienestar muscular y la salud de los senos paranasales. Importante, pues, para controlar las molestias de la fiebre del heno.
Selenio
El selenio es un mineral y pertenece a los oligoelementos esenciales. El cuerpo humano no puede producirlo por sí mismo, sino que debe ser suministrado a través de los alimentos o suplementos dietéticos. En el organismo, el selenio cumple numerosas funciones. Entre otras cosas, nos protege de los radicales libres y, por tanto, de las enfermedades y los procesos de envejecimiento. También influye en nuestro sistema inmunitario, en la salud de la piel, el cabello y las uñas e interviene en la producción de la hormona tiroidea.
Omega-3
Desde hace tiempo se sabe que la grasa no es fundamentalmente mala. Más bien, la calidad y la composición de la grasa son decisivas. Los ácidos grasos omega-3 se encuentran entre las grasas "buenas" y contribuyen a importantes funciones corporales. Por ejemplo, contribuyen en gran medida a mantener el funcionamiento normal del corazón. Pero la gama dentro de la cual los ácidos grasos omega-3 pueden influir en funciones esenciales de nuestro organismo es mucho más amplia.
Los ácidos grasos omega-3 EPA y DHA se encuentran entre los ácidos grasos esenciales y no pueden ser producidos por el propio organismo. El EPA y el DHA se encuentran principalmente en pescados grasos de agua fría, como el arenque, la caballa o las sardinas, y contribuyen al funcionamiento normal del cerebro y el corazón y al mantenimiento de una visión normal (según la EFSA, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria).
Cúrcuma
Un exótico se ha colado en nuestra lista de los mejores principios activos para la primavera: la cúrcuma. El principio activo de la cúrcuma, la curcumina, se utiliza en la medicina tradicional ayurvédica desde hace miles de años y tiene múltiples aplicaciones para la salud. De especial interés es la investigación que ha demostrado que la curcumina refuerza el sistema inmunitario y proporciona una fuerte protección estacional.
Los estudios han demostrado que la curcumina contribuye a la salud respiratoria y nasal de las personas que sufren problemas de salud estacionales, al tiempo que refuerza el sistema inmunitario.
Conclusión:
Para fortalecer su sistema inmunitario, debe prestar atención a una ingesta suficiente de nutrientes y vitaminas importantes. La ingesta a través de la alimentación diaria es posible mediante una dieta sana y equilibrada. Pero especialmente en los meses de invierno o en el tiempo posterior, el sistema inmunitario necesita un apoyo especialmente enérgico. Entonces se puede apoyar con una ingesta adicional a través de complementos alimenticios de alta calidad.
De este modo podemos llenar lagunas en la dieta y prevenir síntomas de carencia u otros problemas de salud. Y disfrutar al máximo de la primavera.
Fuentes:
Inadecuación de Nutrientes para la Salud Inmune: Ingesta en adultos estadounidenses, NHANES 2005-2016
Reorientar los programas de suplementación con vitamina A para llegar a los más vulnerables; Erin McLean1, Rolf Klemm2,3, Hamsa Subramaniam4, Alison Greig5
Sobre el efecto de la ingesta de vitamina C en la salud humana: cómo (mal)interpretar las pruebas clínicas; Jens Lykkesfeldt.
Vitamina A: sus múltiples funciones: desde la visión y la plasticidad sináptica hasta la mortalidad infantil; John E. Dowling.
Efectos inmunológicos de la vitamina D en la salud y la enfermedad humanas; por Nipith Charoenngam 1,2 y Michael F. Holick 1
Fotos:
Fotografía de Andrey Zvyagintsev en Unsplash
Foto de Siberian Art/Shutterstock, Número: 1027919113