El síndrome premenstrual (SPM) describe una serie de síntomas físicos y psicológicos que pueden aparecer en la segunda mitad del ciclo femenino, especialmente en los días previos a la menstruación. Afecta a muchas mujeres en edad fértil, aunque la gravedad puede variar mucho. Mientras que algunas mujeres sólo experimentan síntomas leves, otras ven considerablemente limitada su vida cotidiana.
¿Qué es el síndrome premenstrual?
El síndrome premenstrual se desencadena por fluctuaciones hormonales en la fase lútea, es decir, el tiempo que transcurre desde la ovulación hasta la menstruación. Las principales responsables son las Hormonas Progesterona y Estrógenoscuyo equilibrio es especialmente importante durante esta fase. Una carencia de progesterona o un exceso relativo de estrógenos pueden intensificar los síntomas típicos del SPM, como los cambios de humor, los problemas de sueño, la irritabilidad o el malestar físico.
¿Cómo reconocer el síndrome premenstrual?
El diagnóstico del síndrome premenstrual es difícil, ya que los síntomas también pueden indicar otras enfermedades, como problemas de tiroides o estrés crónico. Según la Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) El síndrome premenstrual está presente si se cumplen los siguientes criterios:
- Los síntomas aparecen regularmente en los últimos cinco días antes de la menstruación.
- Mejoran en los cuatro primeros días tras el inicio del periodo.
- Tienen un impacto negativo en la vida cotidiana de los afectados.
Es imprescindible un esclarecimiento preciso por parte de un especialista para descartar otras causas.
¿Dónde puedo obtener asesoramiento?
Si sospechas que sufres síndrome premenstrual, puedes acudir a varios lugares en busca de ayuda:
- Ginecólogos:
Son el primer puerto de escala para investigar las causas hormonales de sus síntomas y discutir opciones de tratamiento específicas. - Endocrinólogos:
Estos especialistas pueden realizar pruebas hormonales en profundidad para detectar cualquier desequilibrio. - Naturópatas y naturópatas:
Algunas mujeres prefieren enfoques alternativos, como el uso de extractos de hierbas y métodos fitoterapéuticos y un enfoque holístico de sus síntomas. - Psicoterapeutas y psicoterapeutas:
En caso de síntomas psicológicos graves o de trastorno disfórico premenstrual (TDPM), puede ser útil una terapia de acompañamiento. - Plataformas en línea: Aproveche el intercambio con personas afines y expertos en Foros en línea como el Foro de intercambio de mujeres Tea&Science con Tanja Hohenester y Andrea Mohr.
Síndrome premenstrual: la interacción de las hormonas y las fases del ciclo
También es importante que te conozcas mejor y alimentes tu cuerpo. He aquí algunos conocimientos básicos: El ciclo femenino se divide en cuatro fases: Menstrual, Folicular, Ovulatoria y Lútea. Cada fase se caracteriza por un equilibrio hormonal específico que influye no sólo en la fertilidad, sino también en el bienestar general.
1ª fase menstrual (días 1-5)
Los niveles hormonales son bajos, lo que desencadena la descomposición del revestimiento uterino. Muchas mujeres se sienten faltas de energía durante esta fase.
2ª fase folicular (días 6-14)
La hormona Estrógenos aumenta y favorece la reconstrucción del revestimiento uterino. Las mujeres suelen sentirse con energía y poderosas. Tiene fuerzas para afrontar sus proyectos.
3ª fase de ovulación (días 13-15)
Un nivel máximo de estrógenos desencadena la ovulación. Al mismo tiempo Hormona luteinizante (LH) se libera. Durante esta fase, las mujeres suelen notar un aumento de la libido y de la capacidad de concentración.
4ª fase lútea (día 16-28)
El cuerpo lúteo produce progesterona, que prepara al organismo para un posible embarazo. Si el nivel de progesterona desciende demasiado, puede producirse el típico Provocar síntomas del síndrome premenstrual: desde sensibilidad mamaria hasta molestias emocionales como irritabilidad o ansiedad..
Las fases de nuestro ciclo y qué hormonas las determinan.
Nutrición orientada al ciclismo: cómo puede ayudar
Una dieta orientada al ciclo tiene en cuenta las necesidades hormonales de cada fase del ciclo y puede ayudar a reducir los síntomas del síndrome premenstrual.
Fase folicular (días 6-14): Acumulación y energía
- Céntrate en las proteínas y los carbohidratos complejos (por ejemplo, quinoa, avena) para obtener energía y acumulación.
- Los alimentos con alto contenido en estrógenos, como la soja, las semillas de lino y el brécol, favorecen esta fase.
Fase de ovulación (días 13-15): Inhibición de la inflamación
- Alimentos ricos en antioxidantes como las bayas, las espinacas y el té verde favorecen la salud del óvulo.
- Las comidas ligeras y frescas facilitan la digestión y aportan energía.
Fase lútea (días 16-28): Relajación y equilibrio hormonal
- Los alimentos favorables a la progesterona, como las pipas de calabaza, las pipas de girasol y los boniatos, ayudan a estabilizar tu estado de ánimo.
- Los tentempiés ricos en magnesio, como el chocolate negro (con alto contenido en cacao), alivian los calambres musculares y la irritabilidad.
- Asegúrate de beber suficiente líquido con infusiones de plantas de probada eficacia, como el manto de dama.
Fase menstrual (días 1-5): Regeneración
- Los alimentos ricos en hierro, como la remolacha, las espinacas y las lentejas, compensan la pérdida de sangre.
- Come tubérculos cocidos, como zanahorias, patatas, boniatos y chirivías, o bebe cacao caliente (sin azúcar).
- El manto de la virgen, el jengibre o la manzanilla tienen un efecto calmante.
Consejos para sospechar el síndrome premenstrual
- Lleva un diario del ciclo: Anote los síntomas, la dieta y los niveles de estrés para reconocer patrones.
- Movimiento: El ejercicio regular y moderado, como el yoga o los paseos, puede reducir el estrés.
- Ayudantes herbales: Obtenga asesoramiento sobre qué plantas medicinales pueden ayudarle individualmente a lo largo de su ciclo.
- Relajación: Masajes relajantes, ejercicios de respiración, yin yoga, meditación o un baño caliente favorecen el bienestar.
Conclusión: asesoramiento personalizado y medidas específicas
El síndrome premenstrual es un problema complejo que requiere una atención individualizada. La colaboración con expertos -ya sean de la medicina convencional o de la naturopatía- es la clave para un diagnóstico preciso y un tratamiento eficaz.
En combinación con una dieta orientada al ciclo, un estilo de vida equilibrado y la gestión del estrés, muchas mujeres pueden aliviar sus síntomas de forma sostenible y encontrar una mayor sensación de bienestar. Cada ciclo ofrece la oportunidad de conocer mejor el propio cuerpo y vivir en armonía con los cambios hormonales.
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