Nuestro cuerpo funciona de forma óptima cuando se encuentra en un equilibrio armonioso. Uno de los factores clave que influyen en este equilibrio es el equilibrio ácido-base. La acidosis y la acumulación de productos de desecho suelen ser la causa de dolencias y enfermedades relacionadas con la edad. Un enfoque consciente del equilibrio ácido-base puede hacer maravillas. En este artículo, nos adentramos en el mundo del equilibrio ácido-alcalino para ayudar al organismo a desintoxicarse, depurarse y desacidificarse.
¿Qué es el equilibrio ácido-base?
El equilibrio ácido-base es un sistema complejo que regula la relación entre las sustancias ácidas y alcalinas del organismo. El valor del pH desempeña un papel decisivo en este sentido. El valor pH mide el carácter ácido o alcalino de una solución y se sitúa en una escala de 0 a 14. Un valor pH inferior a 7 se considera ácido, un valor superior a 7 es alcalino y 7 es neutro.
Numerosos procesos de nuestro organismo dependen de un valor de pH óptimo para funcionar correctamente. La regulación de este equilibrio no sólo es esencial para las funciones diarias, sino que también influye en nuestra salud a largo plazo. Por ejemplo, la arteriosclerosis, los problemas de los discos intervertebrales, la hipertensión arterial, la diabetes y el síndrome del intestino irritable son efectos de la hiperacidez y del almacenamiento de productos de desecho. La desacidificación también puede devolvernos la calidad de vida deseada si estamos de mal humor, disgustados o cansados.
¿Por qué es importante el equilibrio ácido-base?
Actividad enzimática: Las enzimas, responsables de las reacciones bioquímicas del organismo, funcionan con mayor eficacia en un determinado intervalo de pH. Un equilibrio ácido-base alterado puede perjudicar la actividad enzimática y ralentizar así todo el metabolismo. Necesitamos enzimas para todos los procesos vitales del organismo: digestión, desintoxicación, metabolismo, defensas intactas, producción de energía, división celular y producción de hormonas, entre otras cosas.
Sistema inmunitario: Un equilibrio ácido-alcalino ayuda al sistema inmunitario a luchar más eficazmente contra los agentes patógenos. Un entorno ácido puede aumentar la susceptibilidad a las infecciones, mientras que un entorno ligeramente alcalino puede reforzar las defensas inmunitarias.
Equilibrio electrolítico: La regulación de electrolitos como el sodio, el potasio y el calcio, cruciales para la actividad nerviosa y muscular, depende del equilibrio ácido-base. Un desequilibrio puede provocar calambres musculares, debilidad y otros problemas.
Salud ósea: Un entorno ácido en el organismo puede provocar la movilización de minerales alcalinos como el calcio de los huesos, lo que a largo plazo puede provocar osteoporosis y otros problemas óseos.
¿Y si el cuerpo está sobreacidificado?
Los efectos de la hiperacidez pueden ser múltiples y afectar a diversos órganos y funciones del cuerpo. He aquí algunas posibles consecuencias. Si se presentan uno o varios de los síntomas, puede deberse a un desequilibrio en el equilibrio ácido-base.
- Alteración del metabolismo y de la actividad enzimáticaLas enzimas, responsables de numerosos procesos bioquímicos del organismo, funcionan con mayor eficacia en un determinado intervalo de pH. La acidosis puede perjudicar la actividad de estas enzimas, lo que puede ralentizar el metabolismo normal. Esto también puede provocar un aumento de peso o reducir el rendimiento de la desintoxicación.
- Restricción del sistema inmunitarioUn organismo excesivamente acidificado puede perjudicar el funcionamiento del sistema inmunitario. El sistema inmunitario funciona de forma óptima en un entorno ligeramente alcalino. En cambio, un entorno ácido puede debilitar las defensas del organismo frente a los agentes patógenos.
- Pérdida de minerales de los huesos: Para regular el valor del pH en la sangre, el organismo puede movilizar minerales alcalinos como el calcio de los huesos. A largo plazo, esto puede provocar un deterioro de la densidad ósea y aumentar el riesgo de osteoporosis.
- Problemas musculares: La acidosis puede provocar problemas musculares, como tensión muscular, calambres y debilidad. Esto se debe a que un entorno ácido puede alterar el funcionamiento normal de músculos y nervios.
- Problemas digestivos: Un estómago ácido puede provocar problemas digestivos como ardor de estómago y reflujo ácido. La acidez del estómago desempeña un papel importante en la digestión de los alimentos. El exceso de ácido estomacal suele producirse cuando producimos toxinas como el alcohol y la nicotina, que entonces no pueden digerir los alimentos pero sí atacar el revestimiento del estómago.
- Agotamiento y cansancio: La acidosis puede causar agotamiento y cansancio, ya que el metabolismo alterado y la absorción deficiente de nutrientes afectan a la producción de energía.
Causas de un desequilibrio ácido-base:
- Nutrición: Una ingesta excesiva de alimentos acidificantes como la carne, los productos lácteos, el azúcar y los carbohidratos refinados puede conducir a un estado de sobreacidificación.
- Estrés: El estrés crónico puede afectar al equilibrio ácido-base. Las hormonas del estrés promueven reacciones ácidas en el organismo. La causa tiene una importancia secundaria para el organismo, ya sea un jefe, una relación, la familia, el ruido, el estrés emocional o un gran esfuerzo físico. La inflamación silenciosa y los procesos internos también son estrés.
- Deshidratación: La falta de ingesta de líquidos puede hacer que el organismo no sea capaz de excretar suficientes ácidos, lo que provoca acidosis.
- Factores medioambientales: El aire contaminado, los productos químicos y las toxinas ambientales pueden afectar al valor del pH en el organismo.
Medidas para favorecer un equilibrio ácido-base:
- Dieta equilibrada: Una dieta rica en alimentos alcalinos como las verduras de hoja y de raíz puede favorecer la desacidificación. Entre ellos se encuentran, por ejemplo, las espinacas, la col, las acelgas, el hinojo, el apio y las zanahorias, las patatas, la calabaza, la fruta, los frutos secos y las semillas.
- Respiración desintoxicante: Un importante mecanismo de corrección del equilibrio ácido-base es la llamada "compensación respiratoria". La respiración regula el contenido de dióxido de carbono (CO2) en la sangre, que a su vez influye en el valor del pH. Si el valor del pH en la sangre desciende, es decir, el entorno se vuelve ácido (acidosis), el organismo reacciona aumentando la respiración y eliminando así más CO2 de la sangre. El CO2 es un compuesto ácido y, al eliminar CO2 de la sangre, el valor del pH vuelve a aumentar para mantener un rango normal. La respiración detox directamente después de levantarse en una ventana abierta es lo mejor. Por ejemplo, una exhalación por la nariz, unas 30 veces o hasta 60 veces si es necesario, es desintoxicante.
- Extracción de aceite: Inmediatamente después de respirar, se puede incluir el oil pulling en la rutina de cuidado dental. Esto también favorece la desacidificación y la desintoxicación.
- Ingesta adecuada de líquidos: El agua desempeña un papel decisivo en la eliminación de los ácidos. Por lo tanto, es esencial una ingesta adecuada de líquidos. Un vaso de agua con zumo de limón fresco por la mañana constituye una base excelente para un equilibrio ácido-base.
- Gestión del estrés: Las técnicas de reducción del estrés, como la meditación y los ejercicios de relajación, pueden ayudar a estabilizar el equilibrio ácido-base.
- Ejercicio regular: Las actividades deportivas favorecen la circulación sanguínea y el metabolismo, lo que puede tener un efecto positivo en el equilibrio ácido-base.
- Baños alcalinos: Un baño caliente con sales alcalinas durante unos 30 minutos es una parte importante de la desacidificación. Los baños alcalinos contienen, por ejemplo, magnesio y calcio, carbonatos alcalinos como el carbonato sódico, el carbonato magnésico, el carbonato potásico o sales naturales como la sal marina y la sal cristalina. No siempre tiene que ser una bañera, incluso un pediluvio alcalino garantiza un equilibrio beneficioso del equilibrio ácido-base.
En general, un equilibrio ácido-alcalino equilibrado es crucial para mantener una salud óptima. Al desacidificarnos conscientemente a través de la dieta, una hidratación adecuada, baños alcalinizantes y la gestión del estrés, podemos contribuir activamente a mantener este equilibrio y sentar así las bases de una vida sana y llena de energía. Una comprensión más profunda de la importancia del equilibrio ácido-alcalino nos permite tomar conciencia de nuestro estilo de vida. Si notamos síntomas de acidosis, podemos aliviar nuestro organismo de forma sencilla mediante una desintoxicación regular, con gran efecto.
Dieta alcalina
La dieta puede influir en el equilibrio ácido-alcalino del organismo. Hay alimentos que se consideran ácidos o alcalinos, y las elecciones correctas pueden ayudar a mantener un equilibrio ácido-alcalino. He aquí algunos nutrientes y alimentos importantes para el equilibrio ácido-alcalino:
Alimentos alcalinos:
- Verduras: Las verduras de hoja verde como las espinacas, la col rizada, el brécol y el apio son alcalinizantes. Los pepinos y los aguacates también ayudan a alcalinizar el organismo.
- Fruta: Los cítricos, como los limones y las limas, y las frutas alcalinas, como los melones y las bayas, tienen un efecto alcalinizante.
Nutrientes que contribuyen a un entorno alcalino:
- Minerales: El calcio, el magnesio, el potasio y el sodio son minerales alcalinos. Alimentos como las almendras, las semillas de sésamo, los plátanos, las patatas y las espinacas son ricos en estos minerales.
- Vitaminas: La vitamina C de los cítricos y otras frutas y verduras puede favorecer un entorno alcalino.
- Agua: La ingesta adecuada de líquidos es crucial para la eliminación de ácidos. Beber agua es la mejor opción.
- Alimentos ácidos con moderación: Un equilibrio ácido-base equilibrado no significa evitar por completo los alimentos acidificantes. Sin embargo, deben consumirse con moderación.
- Proteínas: La carne, el pescado, los huevos y los productos lácteos son alimentos ricos en proteínas que tienen un efecto ácido. Deben consumirse en una proporción equilibrada con los alimentos alcalinos.
- Elección consciente de los alimentos: Productos integrales: En comparación con los carbohidratos refinados, los productos integrales tienden a tener un efecto alcalinizante.
- Grasas saludables: Las grasas saludables de los frutos secos, las semillas y los aguacates pueden contribuir a la alcalinización.
- Hierbas y especias: Algunas hierbas y especias tienen un efecto alcalinizante, como el perejil, la albahaca, el cilantro y la menta. Pueden utilizarse en la cocina para aromatizar los platos.
Es importante tener en cuenta que los efectos de los alimentos sobre el equilibrio ácido-base dependen no sólo de su valor de pH en el propio alimento, sino también de su procesamiento metabólico en el organismo. Una dieta equilibrada rica en fruta fresca, verduras y productos integrales favorece, por lo general, un equilibrio ácido-base saludable. Otras rutinas matutinas saludables, como una breve sesión de respiración junto a una ventana abierta, el oil pulling y un vaso de agua con limón, proporcionan una base sólida para un equilibrio ácido-base saludable por la mañana. Por la noche, un baño de sales alcalinas proporciona un final relajante al día. No hace falta que sea en todo el cuerpo, a menudo basta con meter los pies en un baño caliente.
Le aconsejamos que tenga en cuenta sus hábitos dietéticos individuales y sus posibles problemas de salud. Si no está seguro, es aconsejable consultar a un nutricionista o experto en salud para obtener asesoramiento personalizado.
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