Autora Nina Ebert, Bióloga
¿Por qué hay dolor?
El dolor es, por definición médica, una sensación sensorial desagradable causada por un daño real o potencial en los tejidos. Esto significa que el dolor tiene una función vital de alarma y protección en caso de peligro de lesión o incluso de muerte.
El dolor se desencadena por determinados estímulos como heridas, frío, quemaduras, presión o dolencias internas como inflamaciones o un sistema nervioso alterado. El sistema nervioso transmite los estímulos al cerebro. Sin embargo, el cerebro no tiene receptores directos del dolor, por lo que no siente dolor por sí mismo.
El dolor se basa en una percepción subjetiva que varía mucho de una persona a otra. Las causas del dolor no siempre son puramente físicas. La psique influye considerablemente en la percepción del dolor. El dolor psicosomático causado por un fuerte estrés emocional no es infrecuente. La sensación de dolor puede intensificarse por la pena, pero reducirse por la alegría. Hay dolor agudo y dolor crónico, siendo este último una enfermedad por derecho propio. La función de alarma original ha perdido aquí su significado.
Analgésicos - antiinflamatorios, antipiréticos, directos
La razón por la que se inventaron los analgésicos es obvia: el dolor no es divertido, ni agudo ni crónico. Los analgésicos más utilizados en la vida cotidiana son los AINE, los llamados antiinflamatorios no esteroideos o AINE (engl. antiinflamatorios no esteroideos). Entre ellos se encuentran principios activos comunes como el ácido acetilsalicílico, el ibuprofeno, el paracetamol y el diclofenaco. La ventaja es probablemente conocida por todas las personas por experiencia propia y el alivio inmediato: alivio inmediato, directo, específico y eficaz del dolor. Los AINE son absolutamente correctos e importantes para sofocar rápidamente inflamaciones agudas de cualquier tipo, para reducir la fiebre o para regenerar después de las operaciones. Pero, ¿cuáles son las desventajas y los peligros del uso prolongado de AINE? ¿Cuáles son las consecuencias del uso prolongado de estos fármacos y cómo pueden tener un efecto duradero en los sistemas del organismo? Para poder explicarlo con detalle, a continuación le ofrecemos un breve resumen de los efectos de los analgésicos AINE.
AINE: inhibición del dolor mediante la reducción de la síntesis de prostaglandinas
A diferencia de los analgésicos "clásicos", los opioides, que bloquean los receptores del dolor, los analgésicos de la clase de los AINE inhiben la síntesis de prostaglandinas. Las prostaglandinas son hormonas que provocan la sensación de dolor y, sin duda, también tienen importantes propiedades de señalización. La reducción de la síntesis de prostaglandinas implica una menor sensibilidad al dolor de las fibras nerviosas y provoca un efecto descongestionante. Los AINE bloquean la función de las dos enzimas centrales de la síntesis de prostaglandinas, las enzimas COX-I y COX-II, o sólo COX-II.
¿Cuáles son los riesgos de tomar analgésicos AINE?
Sin embargo, además de los efectos positivos para muchas personas, los AINE conllevan a veces altos riesgos y graves efectos secundarios a largo plazo. Los analgésicos se consideran medicamentos de venta libre ("over the counter"), que pueden adquirirse sin receta en las farmacias. Especialmente en caso de uso prolongado, deben tenerse en cuenta los riesgos y efectos secundarios, ya que no deben subestimarse las consecuencias.
- Daños en el tracto gastrointestinal y el microbioma
Los analgésicos de la clase de los AINE pueden irritar y dañar la mucosa del estómago a medio y largo plazo. Los jugos gástricos son extremadamente ácidos (pH 2-4) y si entran en contacto permanente con una pared estomacal irritada por los analgésicos, pueden provocar gastritis, úlceras y hemorragias estomacales y, en el peor de los casos, incluso perforación, es decir, una pared estomacal permeable. Los ácidos estomacales entran entonces en la cavidad abdominal y atacan órganos que no están adaptados a un entorno ácido. Por ello, cuando se administran analgésicos de forma crónica, se suelen administrar también los llamados inhibidores de la bomba de protones (IBP) o bloqueadores de la acidez para bloquear o reducir la liberación de ácido estomacal. Sin embargo, esto supone un entorno estomacal con un valor de pH demasiado alto y, por tanto, una digestión inadecuada. En particular, la digestión de las proteínas depende de un entorno extremadamente ácido.
Además, algunos AINE, así como los bloqueantes de ácidos, provocan un cambio en el microbioma intestinal. Las consecuencias pueden ser mala absorción, flatulencia, así como náuseas y diarrea. El crecimiento de bacterias desfavorables en el intestino también puede provocar alergias, inmunodeficiencia y susceptibilidad a las infecciones, así como problemas psicológicos como la depresión.
- Mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares
La Asociación Americana de Alimentos y Medicamentos (FDA) advierte de que el riesgo de infarto de miocardio e ictus puede aumentar significativamente en la primera semana de toma de AINE y empeorar con el uso prolongado, incluso sin antecedentes cardiovasculares y a una edad temprana. Numerosos estudios y expertos advierten de los riesgos de hipertensión arterial, hemorragias debidas al adelgazamiento de la sangre, así como embolias y trombosis, que aumentan significativamente con el uso a medio y largo plazo de analgésicos AINE. Un estudio del Hospital Universitario de Aarhus (Dinamarca) investigó el riesgo de enfermedades cardiovasculares al tomar AINE entre 6,3 millones de adultos de entre 40 y 60 años. Se descubrió que incluso una pequeña cantidad de diclofenaco provocaba un mayor número de síntomas cardiovasculares (infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia cardiaca) en los primeros 30 días que, por ejemplo, el ibuprofeno o el paracetamol. Según el investigador principal, Morten Schmidt, "no hay razón para recetar diclofenaco".
- Daños hepáticos y renales
Según el Dr. Anton Gillessen, de la Clínica de Medicina Interna del Herz-Jesu-Krankenhaus de Münster, el consumo prolongado de AINE y el uso combinado de varios preparados es especialmente peligroso. Cuando las sustancias activas se suman, se alcanzan rápidamente valores críticos, sobre todo si el hígado ya está sobrecargado. Además, el uso excesivo de AINE es un factor de riesgo de insuficiencia renal, no sólo para las personas con enfermedades renales y trastornos del equilibrio hídrico.
- Interacciones con otros medicamentos
Los analgésicos como el ibuprofeno pueden interactuar con los anticoagulantes y diuréticos, así como con algunos antihipertensivos, cuando se toman durante largos periodos de tiempo, lo que puede afectar al efecto de los dos fármacos implicados.
En resumen, existe una necesidad urgente de alternativas a los AINE, especialmente en el tratamiento del dolor crónico. Hay advertencias pegadizas sobre los AINE y sus elevados riesgos, pero siguen estando disponibles libremente. Entonces, ¿qué trucos existen para tratar el dolor?
Los mejores analgésicos naturales
En lugar de ibuprofeno, AAS (ácido acetilsalicílico) y similares, existe toda una gama de métodos naturales eficaces para aliviar y mitigar el dolor, sostenibles y sin efectos secundarios.
- Crioterapia
El choque frío produce las denominadas proteínas de choque frío (CSP), una clase especial de proteínas que frenan la inflamación y favorecen la regeneración tisular. Un choque frío eficaz se proporciona mediante baños de hielo regulares o una cámara fría para una terapia de frío explícitamente designada. Además de reducir la inflamación, la crioterapia también tiene otros efectos biológicos en el organismo, como la estimulación de la circulación sanguínea, la regeneración celular y muchos más.
- Compresas - calientes y frías alternativamente
Especialmente para lesiones y dolencias musculares, unas simples compresas, alternando frío y calor, pueden conseguir un efecto muy sencillo y eficaz. El efecto antiinflamatorio se produce por el cambio de temperatura entre el calor y el frío. Aumenta la producción de proteínas de choque térmico y frío, mientras que la presión de la compresa restringe el flujo sanguíneo a la herida. Esto, a su vez, reduce la hinchazón y la inflamación. - Acupuntura - Medicina Tradicional China (MTC)
La antigua técnica de la acupuntura consiste en colocar agujas en puntos específicos a lo largo de los meridianos. Cada punto tiene un efecto específico según la MTC. La acupuntura alivia eficazmente las vías nerviosas dolorosas, estimula la liberación de endorfinas, reactiva el flujo de energía allí donde estaba bloqueado y favorece así la curación a largo plazo.
- PEMF - Terapia de campo magnético pulsante
Los fisioterapeutas y otros terapeutas corporales ofrecen sesiones de PEMF (Pulsing Elektromagnetic Felder) para acelerar la curación de fracturas óseas y tejidos cartilaginosos lesionados, entre otras cosas. Los impulsos electromagnéticos modifican determinadas funciones celulares y se utilizan terapéuticamente en muchos ámbitos para influir en trastornos funcionales o daños estructurales.
Muchos cirujanos recomiendan el PEMF como método postoperatorio eficaz para minimizar la inflamación, que es la fuente del dolor. Un ensayo clínico doble ciego controlado con placebo investigó la percepción del dolor y la recuperación en 29 pacientes con tendinitis (inflamación del tendón) en el hombro. Al final del estudio, 19 (65 %) de los 29 pacientes estaban asintomáticos, y otros cinco pacientes mejoraron significativamente. Por tanto, la terapia PEMF puede ser muy eficaz para tratar la inflamación persistente del manguito de los rotadores (brazo/hombro) y posiblemente otras lesiones tendinosas crónicas. También se utiliza para recuperarse más rápidamente tras los entrenamientos y mantener bajos los niveles de inflamación. La técnica utiliza impulsos electromagnéticos que resuenan a través del tejido para estimular suavemente los mecanismos antiinflamatorios y de reparación. Los tratamientos PEMF están disponibles en consultas de fisioterapia y quiropráctica si no quiere comprarse su propio aparato, que cuesta unos 1.000 euros.
2. TENS - Estimulación nerviosa eléctrica transcutánea
El método TENS también puede ayudar a reducir el dolor, incluido el dolor menstrual, el dolor pélvico, las lesiones deportivas o la artritis. La unidad TENS es más pequeña que una unidad PEMF y también mucho más barata. Se colocan dos almohadillas adhesivas con polos eléctricos alrededor de la parte del cuerpo correspondiente y se envían suaves impulsos eléctricos al tejido de la zona del cuerpo cuando se enciende el aparato. Se siente un suave hormigueo y la estimulación de baja frecuencia puede reducir las señales de dolor, que se transmiten al cerebro a través de la médula espinal. De este modo, la TENS contribuye a la relajación muscular y al alivio del dolor, y también puede estimular la producción de endorfinas analgésicas.
- Masoterapia
Un masaje profesional, como los masajes de tejidos profundos o los masajes relajantes de cuerpo entero con aceite caliente, también pueden hacer maravillas a largo plazo. Los masajes relajan tanto los músculos como el cerebro, contribuyen a mejorar la circulación sanguínea y linfática, estimulan la desintoxicación y, por tanto, también estimulan los mecanismos antiinflamatorios y los poderes autocurativos del cuerpo. Los tejidos relajados pueden ayudar a liberar tensiones y aliviar así el dolor.
Resumen
Los analgésicos como el ibuprofeno, de la clase de los AINE, tienen sin duda su razón de ser, pero tienen fuertes efectos secundarios cuando se toman de forma continuada. Es importante tomarse en serio los riesgos y efectos secundarios de su uso prolongado y hablar con el médico o terapeuta sobre posibles alternativas adecuadas de terapia manual, naturopatía tradicional, acupuntura o el suministro selectivo de antioxidantes antes de tomar medidas por cuenta propia.
Fuentes:
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/26482265/
https://link.springer.com/article/10.1007/s00109-014-1136-3
https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0140673684922190
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2746624/